'PlayStation All-Stars Battle Royale' para PS3: análisis


Ya os hemos hablado de ‘PlayStation All-Stars Battle Royale’ en varias ocasiones, lo hicimos hace poco una vez más con su análisis de la versión para PS Vita y toca encargarse de la versión para PS3 cumplimentando este análisis con lo dicho hace unos días.
No debería empezar el texto sin dejar antes dos cosas claras sobre ‘PlayStation All-Stars Battle Royale’: ni debe esconder su inspiración, ni debe realizar un homenaje a la marca PlayStation sin personajes que apoyen esa idea. Son cartuchos de un único uso, o disparas a matar o literalmente te comen.

Lo de ‘Super Smash Bros.’ estaría más difuminado si, a diferencia del de Nintendo, ‘PlayStation All-Stars Battle Royale’ no fuese un homenaje a la marca que lo ve nacer. Juegos de lucha de ese estilo hay a patadas, el problema es saber crear una referencia, algo con personalidad. En vez de comparar ‘Jump Ultimate Stars’ con ‘Super Smash Bros.’ lo que hacemos es desear que el juego de Goku, Dr. Slump y Yu Yu Hakusho salga de Japón.
En ese caso el título de lucha negó esa posibilidad por problemas de licencias. Desde Sony no se ha hablado claro sobre eso. No se han dicho las razones para no incluir a Crash, Spyro, Lara Croft, Solid Snake, Klonoa, Sephiroth… puestos a pedir incluso me habría gustado ver a personajes como el Rey del Cosmos de la saga ‘Katamari Damacy’ o los Dr. Don y Dr. Dan de ‘Point Blank’.

‘PlayStation All-Stars Battle Royale’: un homenaje que no es tal cosa

Seth Killian, responsable de diseño del videojuego, comentaba que ‘PlayStation All-Stars Battle Royale’ era “una carta de amor“ a los seguidores de la marca, capaz de juntar a “personajes clásicos“ de la consola. Ni me cuadra pensando en PS3 ni lo hace para la historia de las consolas de Sony.
En PS3 no tienen hueco ‘PaRappa the Rapper’, ‘Ape Escape’ o ‘Medievil’, y eso sin contar la aparición de Polygon Man, un personaje cuya corta historia como mascota norteamericana de PlayStation seguirá dando para algunas risas en las oficinas japonesas de Sony.
Tampoco lo tienen, si es sincero ese homenaje a la historia de la familia, ‘Fat Princess’, Dante en su versión de ‘DMC’ o un Big Daddy que, para colmo, participaba en un juego que fue una exclusiva de PC y Xbox 360 durante tiempo limitado. Faltan todos los mencionados unas líneas más arriba y la lista se seguiría alargando. ¿Si no están en el juego es por problemas de licencias o por estrategia deDLC? Quiero pensar que lo primero, pero en Sony no ayudan a postrarnos ante el título con esa idea en mente, con ese convencimiento de que la cosa podría haber ido a más pero ni el dinero de una multinacional ha conseguido cambiar el destino. Será algo a analizar con el paso del tiempo, pero habría disfrutado mucho más otra clase de jugada en ese sentido.

Enfocando la vida al online

Es algo que te condiciona, eso, llegar a la pantalla de inicio y ver que el diseño de los menús podría ser perfectamente de un juego de PSN, pero sobre todo que la propuesta no es lo suficientemente profunda como para estar frente a los mandos todo un verano.
No quiero desbloquear trajes y emblemas para el multijugador, ni poses para los inicios y finales de combate que además no podré ver porque todos los jugadores de la partida vamos a pulsar el botón X para saltar directamente a la acción. La clave era introducir más personajes, evitar las filtraciones y mantenerlos en secreto a la espera de los primeros aspirantes a colgar un “Speed Run“ del juego.
Podrían ser mejores o peores, pero habríamos estado jugando varias semanas hasta tenerlos desbloqueados, nos habríamos acostumbrado a sus controles, a su sistema de físicas, a sus combos, valoraríamos aún más el espléndido trabajo realizado con las acciones de cada luchador y la entrada al online habría sido mucho más accesible.

Un juego de lucha divertido

Si por encima de todo molesta es porque tras varias partidas acabas viendo el potencial que antes ocultaban las discusiones sobre su originalidad. No es otra cosa a un gran nivel, pero tampoco un título que no se haya tomado en serio lo que tenía que hacer con lo que estaba a su disposición. Desconozco qué empleados de Superbot Entertainment se encargaron de escoger a los luchadores, pero los que trabajaron con ellos para darles vida pueden dormir bien tranquilos.
Es curioso ver cómo Nathan Drake y Sackboy se acaban dando guantazos sin romper la idea principal más allá de una cuestión de coherencia. Gran parte de culpa la tiene el abanico de golpes que tiene cada uno de ellos, especialmente característicos y atractivos en todo momento y aprovechando en el primer caso desde enemigos de la saga hasta los clásicos derrumbes. ¿Me habría gustado más ver a Snake luchando contra Drake? Pues sí, pero no contaba con que el citado personaje de‘LittleBigPlanet’ fuese a ser divertido de controlar y al final lo ha sido. Sólo hace falta que llegue ese esperado parche para equilibrar algunos desajustes que he sufrido en contadas ocasiones.
Lo mismo acabas diciendo de la estructura de juego, que abandona el estilo clásico para ofrecer muertes que sólo se podrán conseguir con golpes especiales. Machaca al oponente y la barra irá aumentando hasta tres niveles, cada uno más devastador y efectivo que el anterior. Ahí no hay quejas por mi parte.

‘PlayStation All-Stars Battle Royale’ no huele a triple A en todos sus aspectos

Molesta, al principio, plantarte en una partida online y estar dándole la paliza de su vida a un enemigo para que después con un par de golpes te acabe mandando a casa con la cabeza agachada. Es cuestión de cogerle el truco, de plantear estrategias, de tener paciencia y de saber en todo momento qué estás haciendo.
No ayuda en este caso que en muchas ocasiones los combates sean un auténtico caos, con golpes viajando de un lado para otro, y enemigos haciendo lo propio provocando un zoom al que cuesta acostumbrarse. La idea es buena pero la ejecución no está a la altura, no al menos de un triple A de Sony que se espera esté pulido hasta la extenuación.
Veo necesario reconocer que lo he pasado mejor jugando con gente que en solitario, y eso incluye tanto el clásico pasar el mando para su escueta y descafeinada campaña, como para sus torneos multijugador. Te acabas riendo de lo que recibes tú y lo que recibe el resto, intentando planear ataques para pillar al equipo enemigo desprevenido y aplaudiendo los logros de algún compañero. El problema es que los comentarios entre partida y partida, mientras esperas a que otro seleccione personaje, vuelven a abrir el grifo de todos los detalles comentados al inicio del análisis.

Conclusión

El problema no es que ‘PlayStation All-Stars Battle Royale’ sea un buen o un mal juego, seguramente es una respuesta que las ventas sacarán a relucir, aquí lo que preocupa es que desdeSony no se haya dado un golpe en la mesa, más aún después de haber salido a la luz el desarrollo y empezar a verse relacionados con un título de la competencia.
No se palpa una reunión alrededor de una mesa decidiendo qué es lo mejor para el título llegados a ese punto, qué pueden hacer para callar bocas y conseguir que el usuario se sienta agradecido por un homenaje a la marca. ‘PlayStation All-Stars Battle Royale’ debería haber sido un abrazo y un “gracias por todo“, y acaba saludando con la mano desde el otro pasillo de un centro comercial en plena época navideña.
Hay un lanzamiento de una consola, el regreso de la saga por excelencia de la competencia directa y varias secuelas third party dispuestas a llevarse unos buenos números a casa. ‘PlayStation All-Stars Battle Royale’ debía haber estado a la altura de las circunstancias, haber hecho sombra a aquella expectación inicial con Justice sonando de fondo, pero lamentablemente no pasará a ocupar un trono que Naughty Dog parece haber tomado sin opción a tregua. Ahora lo de ‘ModNation Racers’ cobra un sentido especial.






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