'Epic Mickey: Mundo Misterioso' para Nintendo 3DS: análisis


Epic Mickey’ nació como un intento de relanzar al ratón de Disney en el mundo del videojuego. Tras una época dorada en los noventa, con juegazos, quedó en el olvido. Tras un arranque discreto hace un par de años ahora nos llega en versión multiplataforma aunque… con una versión particular para Nintendo 3DS.

La épica de Mickey en dos dimensiones

Hay gente que ha pasado a la historia por tomar decisiones brillantes. Algunos han alcanzado la fama, otros no. El caso es que sus acciones han moldeado el presente y el futuro. ¿A qué viene todo este rollo filosófico? Muy sencillo. Alguien tuvo la brillante idea de hacer un juego en condiciones para Nintendo 3DS.
Si las cosas hubieran seguido su cauce natural, el que marca la industria del videojuego, posiblemente la versión de Nintendo 3DS habría sido una especie de criatura malparida de producción barata. Total, es una consola portátil. ¿Qué más da, no?

La épica de Mickey en dos dimensiones

Hay gente que ha pasado a la historia por tomar decisiones brillantes. Algunos han alcanzado la fama, otros no. El caso es que sus acciones han moldeado el presente y el futuro. ¿A qué viene todo este rollo filosófico? Muy sencillo. Alguien tuvo la brillante idea de hacer un juego en condiciones para Nintendo 3DS.
Si las cosas hubieran seguido su cauce natural, el que marca la industria del videojuego, posiblemente la versión de Nintendo 3DS habría sido una especie de criatura malparida de producción barata. Total, es una consola portátil. ¿Qué más da, no?
Pues no. Alguien decidió que no era una buena idea coger la versión de sobremesa y hacer una cutre adaptación para portátil. Alguien decidió recuperar el espíritu de aquel Castle of Ilusion de Megadrivey, en menos medida, de aquella trilogía para Super Nintendo producida por Capcom.
‘Epic Mickey: mundo misterioso’ no es una versión más sino un juego completamente diferente donde lo único que tiene en común con sus hermanos de sobremesa son los personajes y los pinceles. Los malditos pinceles, pero de éstos hablaremos más tarde.
El juego recupera un estilo nostálgico que todos aquellos que tuvimos oportunidad de jugar en su día sabremos apreciar. Los saltos, el ritmo, los escenarios, gráficos coloridos… Lo han hecho realmente bien pues no sólo es un homenaje a aquellos tiempos sino que es un plataformas con todas las letras.
Es cierto que en parte apela a la nostalgia pero no es excluyente para que cualquiera que en su día no pudo jugar no disfrute con él ahora. Si nos ceñimos a la escena mainstream, lo siento Dikembe Mutombo, estamos ante uno de los mejores plataformas convencionales de los últimos meses.
La historia en esta ocasión nos pondrá en el papel de Mickey y Oswald en un relato que no ampara grandes sorpresas: Mizrabel ha secuestrado, una vez más, a Minnie y nuestra misión será salvarla y de paso a otros tantos personajes de Disney que han sido atrapados en el castillo.
Nada nuevo, un desarrollo lineal donde exploraremos diferentes universos de Disney embebidos en la ilusión creada por la bruja. Convencional pero funciona realmente bien. El diseño de los niveles es bastante variado y sabe explotar la variedad de personajes y entornos de cada mundo Disney.
Hasta aquí nada nuevo. Una fórmula conocida, que funciona a las mil maravillas y a la que sus creadores han decidido darle un poco más de rejugabilidad: las misiones. Eventualmente, según vayamos rescatando personajes de Disney podremos llevarlos a una fortaleza.
En este punto de encuentro, podremos ir realizando misiones. Al final todo radica en ser un chico de los recados que tendrá que hablar con los diferentes personajes o buscar a otros personajes u objetos rejugando los niveles. Bien introducido ya que alarga la duración notablemente.

Forzar la introducción de mecánicas de juego no es una buena idea

Sus creadores también decidieron darle un par de pinceladas a Mickey, nunca mejor dicho. Lejos de ser algo sutil, para rematar un buen cuadro, acaban siendo dos brochazos que estropean la experiencia de juego de una forma realmente frustrante.
Los pinceles, para crear o disolver, son elementos centrales de la franquicia ‘Epic Mickey’. En sobremesa demostró funcionar bien. Sin embargo su integración en 3DS es desacertada. Rompe el ritmo, te obliga a parar, a sacar el stylus. Rompe la magia por un momento.
Vamos jugando, disfrutando de una soberbia dirección artística, esquivando obstáculos, saltando hasta que de repente… Hay un hueco vacío o un objeto que nos obstruye el camino. Deslizamos el dedo para sacar el stylus y empezamos a dibujar o eliminar.
Es comprensible, desde un punto de vista de desarrollo, que siendo un juego de Epic Mickey los pinceles tengan que estar ahí. Sin embargo, es nefasto y es una lástima. La experiencia del juego, saltando sobre los enemigos y esquivando todo tipo de trampas es genial. Los pinceles no aportan nada positivo.
La curva de dificultad está bien ajustada. Si bien es cierto que a priori puede parecer un juego sencillo, por la temática, lo cierto es que habrá momentos en los que tendremos que ser precisos y decidir si seguimos por el camino principal o bien arriesgar e ir por otros lugares para conseguir mayores recompensas. Eso sí, los jefes son bastante ramplones.
Antes hemos hablado del legado 2D de los juegos de Mickey de los noventa, ahora nos toca retomar esta cuestión para tratar el apartado técnico. Pixel art en estado puro que demuestra que esta línea estética está muy viva y todavía tiene mucho que aportar.
La línea de diseño es simplemente perfecta: personajes y escenarios llenos de colores, animaciones muy fluidas… El único pero que se le puede poner es la presentación de algunos menús y diálogos que puede llegar a ser muy soso. Por lo demás, de sobresaliente.
La música también está a la altura, predomina lo orquestal, con melodías acordes a cada mundo de Disney. El homenaje al Castillo de la ilusión en la primera pantalla del juego se agradece.

‘Epic Mickey: Mundo Misterioso’, conclusiones

Podría haber sido un título de referencia para 3DS. Podía haber sido uno de los imprescindibles para los amantes de los plataformas. Sin embargo, una mala elección a la hora de integrar algunas mecánicas pesa demasiado. Estoy hablando de los pinceles.
Puede sonar a mucho castigo pero hay que jugarlo para entender lo frustrante que puede llegar a ser. Quitando eso, es un soberbio plataformas que viene a revitalizar el género y a reinvindicar la belleza del píxel. Que también puede convivir con el 3D añadiendo capas de profundidad.
Recomendable, pero estáis avisados de cuál es un talón de Aquiles.







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