'Aprende con Pokémon: aventura entre las teclas' para Nintendo DS: análisis

‘Aprende con Pokémon: aventura entre las teclas’ es un juego para Nintendo DS destinado a que niños, y no tan niños, se familiaricen con la mecanografía para usar el teclado de forma fluida y rápida.

La idea es tremendamente buena, el de los videojuegos educativos es un nicho con numerosas opciones a explotar y una nueva entrada de Nintendo en él siempre es algo a aplaudir. Al final aquellas excusas que usábamos para defender el sector frente a nuestros padres, aquello de “los juegos también pueden ser educativos“ mirando a la estantería, buscando un ejemplo claro que no ibas a encontrar, ha resultado llegar más allá de lo esperado.

Pasé unos dos años asistiendo a clases de mecanografía cuando era niño, con máquinas de escribir y un ruido ensordecedor que acababa resultando agradable, así que cuando conocí ‘Aprende con Pokémon: aventura entre las teclas’ decidí echarle un vistazo para ver qué podía ofrecer realmente.

He probado muchos juegos de mecanografía, era el premio de los jueves por la tarde para aquellos que ya tenían controlada la posición de las teclas, y debo reconocer que a ojos de un niño, este título de Genius Sonority puede ser una buena entrada a ese mundo.

¿Qué es ‘Aprende con Pokémon: aventura entre las teclas’?

El juego viene acompañado de un teclado inalámbrico con conexión Bluetooth. Un accesorio pequeño, ligero y con un diseño al estilo Apple que sirve además de excusa para poder usarlo conectándolo a tablets o smartphones. No es que ese sea su uso principal, pero se agradece poder darle una segunda vida.

A través de más de 60 niveles irán apareciendo en pantalla diferentes objetos, sobre todo diferentes especies de Pokémon, cuyo nombre deberemos teclear para atraparlos. El objetivo, a nivel de mecánica de juego, es conseguir capturar a las 403 especies incluidas.

Para ello ‘Aprende con Pokémon: aventura entre las teclas’ ofrece unas claves básicas a la hora de colocar los dedos y poco a poco va añadiendo caracteres a la ecuación, aumentando la dificultad y facilitando el reconocimiento de las teclas de una forma física. El último fin sería que supieses dónde está cada letra sin tener que mirar previamente. Veamos si lo consigue.

¿Funciona como herramienta para ya iniciados?

Me ha sorprendido gratamente la curva de dificultad implementada. Dependiendo de tus resultados en las primeras pruebas o cada vez que se introduce un nuevo grupo de letras, el juego define qué conocimientos y nivel de velocidad tienes al escribir y automáticamente te lleva hasta uno en el que debes empezar a esforzarte.

Reconozco no haber tardado mucho en sudar para conseguir medallas de oro (también con plata y bronce, dependiendo de fallos y velocidad al teclear), sobre todo cuando entran en juego los números. Es lo malo de haberse acostumbrado al teclado lateral para hacer cuentas.

Incluso en ese sentido he notado que en vez de escribir, algo que hago a diario en incontables ocasiones, lo que estaba haciendo era exprimir mis capacidades, así que el premio al final del camino resulta ser bastante reconfortante. Sin embargo, como ya he dicho, yo ya estudié mecanografía en su día, y aunque la práctica puede perderse al no forzarte a ir más allá, el “entrenamiento“ básico y avanzado está ahí. ¿Qué ocurre cuando esa no es la situación?

¿Funciona como juego educativo para principiantes?

Reformularé esa pregunta de otro modo ¿puede ‘Aprende con Pokémon: aventura entre las teclas’ahorrarte el dinero que te costaría llevar a tu hijo (hermano, sobrino, nieto…) a una clase de mecanografía? No respondo a ello como experto en la materia, pedagogo o profesor, lo hago simplemente pensando en mi recorrido en este ámbito, cuando afirmo que no del todo.

Pensémoslo como la entrada al carné de conducir, ¿recordáis aquello de mejor no empieces a conducir en el campo acompañado de un familiar porque puedes adoptar malos hábitos que con un profesor de autoescuela no tendrías? Pues esto es más o menos lo mismo.

Como ya he dicho anteriormente la forma de colocar los dedos es algo primordial para aprender, y las nociones básicas que te ofrece el juego no son una mirada penetrante tras tu cabeza obligándote a seguir las indicaciones al pie de la letra. Pensad que estamos hablando de niños (si es el caso) y Pikachu no es precisamente la disciplina cosificada.

¿No conoces los nombres de los Pokémon? entonces tendrás problemas

Podría pasarse por alto ese inconveniente habiendo un adulto junto al niño guiándole para que se mantenga en el camino marcado, pero aquí viene otro de los problemas. Conseguir las mejores medallas en las primeras pruebas no es especialmente difícil, basta con pulsar la tecla correspondiente y a correr, pero luego la cosa se complica al introducir los diferentes tipos de Pokémon.

Dejémoslo claro, para conseguir las mejores puntuaciones en niveles avanzados debes escribir el nombre del Pokémon, sin fallos, antes de que se muestre en pantalla, sólo viendo su figura. O los conoces o has repetido tantas veces las fases que acabas reconociéndolos hasta por sus ruidos. Sea como sea no es lo mismo recordar y escribir “Reuniclus“ que “ruiseñor“, siempre hablando en un sentido práctico.

Mis años de ‘Pokémon Rojo’ quedaron muy atrás, y aunque luego he ido dándole oportunidades a la saga, lo de recordar los nombres de los 403 Pokémon que se incluyen en el juego, más allá de los primeros, no ha sido una de mis metas en la vida. Si aquél que se vaya a poner a jugar los conoce, perfecto, no tendrá ningún tipo de problema.

Conclusión

Lo lógico sería deshechar la idea de hacerse con este juego tras leer las últimas partes del texto, sin embargo creo que ‘Aprende con Pokémon: aventura entre las teclas’ es un juego muy recomendable, sobre todo para aquellos que se inicien en el mundo de la mecanografía y precisen de un apoyo en casa para continuar mejorando.

El juego, a largo plazo, me ha ayudado a recuperar cierto ritmo al escribir y reconozco habérmelo pasado muy bien al picarme para conseguir mejores puntuaciones y medallas. No creo que deba ser el profesor que enseñe a tu hijo a escribir sobre un teclado, pero sí me parece una excelente idea para que, lo que de otra forma le parecería aburrido, resulte divertido.